
Proyecto y dirección general del libro: Graciela Ciselli
Colaboradores: Marcelo Hernández y Antonella Duplatt
Escribir sobre una institución que cumple cien años es una grata tarea por varias razones. La primera porque su existencia demuestra que hubo muchas personas que dedicaron parte de su vida y esfuerzo en que ella naciera y creciera dentro de la comunidad. La segunda porque constituye un desafío profesional seleccionar y mostrar las transformaciones de la institución a través del tiempo y de las generaciones. Porque si en 1919 hubo un grupo de italianos interesados en cooperar solidariamente con sus connacionales para ofrecerles ayuda mutua, mantener las costumbres y el idioma, en 2019 y a pesar del paso de varias generaciones hoy italianos, hijos y nietos de italianos mantienen con devoción y dedicación la Asociación como un espacio que los nuclea.
Este libro invita a recorrer no sólo la vida institucional sino también a conocer algunas historias de vida de inmigrantes que llegaron a Comodoro Rivadavia por distintas razones: deseos de mejoras laborales, temor a que se desaten otras guerras, esperanza de formar una familia en un nuevo mundo, necesidad de encontrarse con el amor que había partido de su pueblo. En estas búsquedas aparecieron datos curiosos, como que la cantidad de italianos radicados en la ciudad y en la zona no superaba el 7 u 8 % de la población y sin embargo su presencia ciudadana siempre se notó, tanto que parecieron el doble o el triple de lo que realmente eran.